viernes, 16 de octubre de 2009

¿Han perdido la autoridad los profesores?

El PAIS.12/10/2009PEDRO MARÍA URUÑUELA NÁJERA

Comenzó el nuevo curso escolar y reaparecen opiniones sobre la situación que se vive en las aulas, describiéndola en términos preocupantes, como marcada por la violencia psíquica y física que ejercen los alumnos hacia sus profesores, concluyendo que la situación es insostenible. A continuación, se proponen soluciones, la principal de las cuales es reintegrar de nuevo al profesorado la autoridad perdida, reforzando su poder sobre los alumnos. El lector se plantea dos cuestiones: ¿Qué situación se está viviendo en los centros educativos? ¿La solución necesaria es la recuperación de la autoridad perdida y su refuerzo entre el profesorado?

Podemos consultar el amplio estudio que en el curso 2007-08 llevó a cabo el Observatorio Estatal de la Convivencia Escolar; en él participaron 301 centros de Educación Secundaria de todo el Estado, 23.100 alumnos/as y 6.175 profesores. Su elaboración, concreción de preguntas, aplicación y elaboración de conclusiones se llevó a cabo por consenso de las diecisiete Comunidades Autónomas y de los representantes del Ministerio de Educación.
La situación que describe el estudio puede calificarse de buena, aunque persisten problemas que es preciso abordar a fondo. La mayoría del profesorado y del alumnado (entre el 85 y el 90%) valora positivamente el clima de convivencia que hay en el centro y las relaciones entre alumnos, entre profesores y de ambos entre sí. El profesorado considera que su trabajo es importante, se siente orgulloso de trabajar en su centro, valora como muy alta la calidad de las relaciones que mantiene con sus compañeros y piensan que son bien valorados y apreciados por sus alumnos. Parecida opinión mantienen los alumnos respecto de sus relaciones con los compañeros, los vínculos de amistad que mantienen con otros compañeros y el buen nivel de integración existente.
Pero también pone de manifiesto problemas de convivencia; la mayoría de los profesores mantienen una relación difícil con otros sectores no profesionales y más del 10% manifiestan que dejarían la profesión si pudieran. Asimismo, un 15% del alumnado desearía cambiar de centro y destaca sus dificultades para una buena relación con otros compañeros. También hay dificultades de relación entre los distintos sectores educativos. Un 1,5% del profesorado dice haber sufrido con frecuencia o muchas veces insultos por parte del alumnado y un 0,6% haber sido objeto de agresiones físicas. En cuanto a la interacción de las familias con el profesorado, el 0,7% reconoce haber recibido con frecuencia un trato ofensivo por parte de los padres y un 0,2% habérselo dado a los padres. Pero, aun siendo poco frecuente el trato ofensivo entre familias y profesorado, la violencia entre ambos es especialmente significativa e indicadora de un déficit muy grave en la tarea educadora.
Como obstáculos importantes para la convivencia en los cense detectan, además del acoso entre iguales, las "conductas disruptivas" que llevan a cabo los alumnos hacia sus profesores: hablar en clase, interrumpir al profesor, levantarse y desplazarse por el aula, no llevar el material necesario para la actividad, contestar inadecuadamente al profesor, etc.; estas conductas no son consideradas como importantes por lo alumnos, pero son las que más preocupan al profesor y las que más inciden en su moral y motivación profesional.
¿Los problemas son de falta de autoridad, de permisividad del centro o de algunos profesores? ¿Se solucionarían con más "mano dura", incremento de las sanciones y refuerzo del poder del profesorado? Como siempre en educación, el problema es complejo, en él inciden varias variables y precisa soluciones complejas, sin simplificaciones que no llevan a ninguna parte.
Estas conductas de los alumnos en las clases son síntoma de problemas más profundos e importantes y, sólo si se abordan desde su complejidad, encontrarán solución. Centrarse únicamente en el refuerzo de la "autoridad" del profesorado es utilizar un tratamiento sintomático, pero no causal, de los problemas.
Un análisis de las situaciones conflictivas en las clases nos muestra que tienen lugar, sobre todo, en la educación secundaria y, dentro de ella, en 2º y 1º de ESO; tres de cada cuatro incidentes están protagonizados por alumnos y uno por alumnas; dos tercios de los alumnos disruptivos son repetidores, lo que muestra que es un fenómeno asociado al fracaso escolar; una cuarta parte del alumnado acumula el 70% de las sanciones, el mismo porcentaje que se da entre el profesorado a la hora de sancionar, ya que un 75% del mismo apenas tiene problemas; no todas las asignaturas suscitan similares problemas, que se acumulan más en unas que en otras, y están muy vinculados a la metodología y recursos de estos profesores; por último, influyen claramente factores organizativos, con más frecuencia disruptiva a principio de curso, los primeros días de la semana y, según el recreo, a últimas horas de la mañana.
Estas conductas disruptivas son síntoma de problemas más profundos. En primer lugar, de la inadecuación de los contenidos curriculares a los intereses y niveles de los alumnos: sobrecarga en contenidos, academicismo, primacía del currículo sobre los intereses y preocupaciones de los alumnos; así, en el estudio del Observatorio un 34% del alumnado manifiesta no entender la mayoría de las clases y un 67% que éstas no despiertan su interés.
En segundo lugar, el sistema educativo aún no ha encontrado cómo tratar eficazmente la diversidad de los alumnos; en épocas anteriores sólo estudiaban determinados grupos de alumnos y había itinerarios para encauzar a los buenos, los menos buenos y los malos estudiantes. Ahora, la educación atiende a todos, chicos y chicas con distintos intereses, motivaciones, actitudes, etc.; la rigidez del currículo, la inflexibilidad de los programas, la uniformidad de las enseñanzas son todavía obstáculos importantes que impiden la adecuada atención a la diversidad del alumnado.
En tercer lugar, la organización de los centros de secundaria es la misma que atendía a alumnos seleccionados y motivados. Un ejemplo, el profesorado se organiza por departamentos didácticos, cuando los problemas se concentran en grupos concretos de 2º A o 1º C; ¿Cuándo se reúne el profesorado que da clase a estos alumnos para analizar estas situaciones y establecer criterios comunes de actuación, ya no organizados por asignaturas? No hay espacio ni tiempo previstos para ello.
En cuarto lugar, y no menos importante, la falta de formación para abordar estas situaciones que caracteriza al profesorado de secundaria. Con una pésima formación inicial, la mayoría tiene que llevar a cabo un aprendizaje de "ensayo y error", aprendiendo sobre la marcha y en solitario cómo hacer frente a estas situaciones.
Tantos variados factores, que explican las dificultades para dar clase hoy en secundaria, no pueden reducirse a una simple falta de "autoridad". Es cierto que estas situaciones afectan profundamente al profesorado y minan su motivación. Y es preciso apoyar todo lo posible a los profesores, especialmente a quienes viven mayores dificultades para impartir sus clases.
Hay medidas que corresponden a la administración educativa, dotando a los centros que más dificultades encuentran con más recursos humanos y materiales e introduciendo los cambos normativos necesarios. Sólo desde planteamientos de inclusión de todos, de adecuada atención a la diversidad y de garantía del éxito escolar para todos se podrán solucionar estas situaciones. Es preciso contar de verdad con los padres y madres, no verlos como peligro a evitar, sino como colaboradores necesarios e imprescindibles para la educación. Y hay que apoyar al profesorado con más formación, más trabajo en equipo, mayor facilitación de su docencia y eliminación de trabas burocráticas innecesarias.
Sobre todo hay que contar con el propio alumnado. ¿Qué papel, qué protagonismo tienen hoy los alumnos en los centros de secundaria? Frente a opiniones que pueden circular por ahí, los alumnos son los grandes ausentes del proceso educativo, sin que se cuente apenas con ellos en cuanto a valoraciones, opiniones y decisiones para la mejora de los centros. Y, por experiencia propia, mejoran mucho las condiciones y las situaciones problemáticas cuando se les da a los alumnos la oportunidad de diseñar y formar parte activa de las soluciones.
Reforzar la "autoridad" del profesorado no es solución si la medida no va acompañada de otras decisiones. No hay que olvidar que la autoridad no se otorga y concede, sino algo que se consigue y se obtiene. Además, hablando de reforzar la "autoridad" del profesorado, ¿no se están confundiendo los conceptos y se está queriendo decir que la solución es reforzar el poder de los profesores? A diferencia del poder, caracterizado por la capacidad de conseguir determinadas conductas a través de recompensas y castigos, la autoridad se basa en la capacidad de influencia, en el prestigio moral que convence a las personas para que, sin necesidad de recurrir al poder, asuman determinadas conductas.
La educación sólo es posible desde la autoridad moral del profesorado; desde el poder es muy difícil, por no decir imposible, educar personas autónomas. Trabajemos por reforzar la verdadera autoridad del profesorado y por reforzarla con otras medidas imprescindibles para la mejora de nuestro sistema educativo.
 
Pedro Mª Uruñuela Nájera es catedrático de Filosofia e Inspector de Educación

jueves, 8 de octubre de 2009

OEI: preocupa lento avance en enseñanza

Nurit Martínez
El Universal
Miércoles 07 de octubre de 2009
nurit.martinez@eluniversal.com.mx

Para la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación la Ciencia y la Cultura (OEI), la calidad de la educación que se imparte en México se ve “con pesar”.

Un día después de que se dieron a conocer los resultados de la Evaluación Nacional de Logro Académico en Centros Escolares (ENLACE) en primaria y secundaria, Karen Kovacs, directora de la oficina regional de la OEI en México, informó que frente a los resultados obtenidos en diferentes pruebas aplicadas, la organización planteó al gobierno del presidente Felipe Calderón Hinojosa sumarse a una estrategia regional que le aplique “un ímpetu” importante a la calidad de la escuela durante la próxima década y, al mismo tiempo, atienda el rezago que genera exclusión.

La funcionaria internacional aseguró que si bien “los cambios en educación no son de la noche a la mañana....sí es preocupante que vayamos (en la mejora del desempeño) muy lento”.

Piden superar discurso

A través de la aplicación del programa de Metas 20-21, se pretende hacer que “la agenda educativa, que es mucho más importante en el discurso, se haga realidad y sea la punta de lanza de la agenda social para terminar con la exclusión”, señaló Karen Kovacs.

La representante diplomática afirmó: “De evaluación a evaluación difícilmente va a haber un cambio importante... Es más bien esperable que de evaluación a evaluación haya poco cambio, no que haya retroceso, pero en donde tenemos que concentrar la mirada es en el tiempo intermedio entre evaluaciones”.

Al respecto, el ex subsecretario de Educación Básica Olac Fuentes Molinar aseguró que los resultados de ENLACE, donde los menores de las escuelas privadas superan el desempeño de los que asisten a los planteles públicos, reflejan también que “las ventajas socioculturales de los niños de colegios particulares se trasladan a las escuelas”.

Indicó que las “razones no escolares como la alimentación, el acceso a servicios culturales, herramientas como las computadoras y la infraestructura escolar contribuyen a que los estudiantes resulten mejor calificados en una prueba como ENLACE”.

Por su parte, Ángel Díaz Barriga, doctor en Pedagogía e investigador del Instituto de Estudios Superiores de la Universidad y la Educación (IESU), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dijo que a partir de la aplicación de exámenes como éste también hay que cuestionar “si se trata de una mejoría en el aprendizaje o una mejoría en el entrenamiento para resolver pruebas” por parte de los jóvenes.

El analista de la política educativa en la UNAM aseguró que a partir de la aplicación de la prueba, las escuelas particulares han desarrollado materiales y ejercicios pilotos que preparan a los estudiantes para resolver el examen, “y eso no hay que perderlo de vista”.

Díaz Barriga explicó que además existen formas de trabajo diferentes que contribuyen al logro y desempeño de los estudiantes. Mencionó, entre otros, el que las escuelas privadas trabajan hasta las dos o tres de la tarde y las públicas sólo hasta el mediodía; en los planteles públicos existen turnos vespertinos y nocturnos, mientras que en los particulares no los hay.

En su conjunto, ratificó el investigador, “son factores que han sido estudiados y, por lo tanto, no es fácil hacer una afirmación concluyente”.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Sólo 4 escuelas públicas, entre las 20 mejores

Organización Editorial Mexicana
6 de octubre de 2009


Judith García / El Sol de México

Ciudad de México.- De acuerdo con los resultados de la Prueba Enlace 2009, sólo cuatro escuelas públicas de educación básica se colocaron entre los primeros 20 lugares de mejor desempeño, al obtener más de 700 de los 800 puntos de calificación en español y matemáticas.

A nivel general, indica el informe de la Secretaría de Educación Pública, difundido a través de su página de internet, en la asignatura de español, las escuelas de primaria particulares registraron en los últimos tres años un incremento en su rendimiento escolar de hasta 25.7 puntos, al pasar de 582.2 a 607.9. En cambio, en secundaria, disminuyeron cuatro puntos, al ubicarse en 579.6 en el 2009, de 583.6 del 2006.

En matemáticas, los estudiantes de primaria tuvieron un avance importantes al subir 39.5 puntos del 2006 al 2009. Es decir, de 568.4 a 607.9. Mientras que los alumnos de secundaria redujeron el .1 por ciento, al pasar de 584.2 a 584.1 en este año.

En el caso de las escuelas públicas primarias, en español pasaron de 496.7 en el 2006 a 516.5 en 2009; las comunitarias, de 436.8 a 440.4, y las indígenas, 411.9 a 431.8.

Para el caso de matemáticas, en las primarias se incrementó el rendimiento escolar de 507.1 a 516.5 en los últimos tres años. En las comunitarias se redujo de 441.1 a 400.4 y en las indígenas pasó de 429.0 a 431.8 el promedio.

De acuerdo con el informe, para matemáticas en las secundarias generales se registró aumento de 496.8 a 500.6; en telesecundaria, de 485.7 a 496.1, y técnica de 490.2 a 498.7.

En español, las secundarias generales tuvieron un ligero desplome, al colocarse de 504.5 -en el 2006- a 502.2; en las telesecundarias hubo un incremento al pasar de 461.0 a 481.5 y en las técnicas también sucedió una baja en el rendimiento al ubicarse en 501.2 de los 512.5 logrado tres años atrás.

* Las clasificaciones 2009

Según datos de la SEP, la primaria "Inglés de Cuernavaca", ubicada en Morelos, obtuvo el puntaje más alto: logró 788.52 de los 800 puntos en rendimiento escolar. Seguido de la escuela "Niños de México", localizada en la colonia Roma, en la Ciudad de México, con 775 de puntaje promedio.

En secundarias, el puntaje más alto, que fue de 750 puntos, lo obtuvo la telesecundaria "Cursos Comunitarios", ubicada en Tamazula, Durango. Mientras que en la segunda posición se colocó la telesecundaria Emiliano Zapata, ubicada en Matehuala, San Luis Potosí.

Mientras tanto, las escuelas "Niños Héroes", de Nuevo León; "Constitución", de Michoacán, y "Niños Héroes de Chapultepec", ubicada en Veracruz, obtuvieron 726 puntos.

En el caso de las secundaria generales, entre las mejores se encuentra "Emilio Rodríguez Cortés" y "Guelatao", de Nuevo León; así como la telesecundaria número 941 "20 de Noviembre", ubicada en el municipio de Sabanilla del estado de Chiapas.

Privadas, mejores que públicas: ENLACE La evaluación se aplicó a más de 15 millones de alumnos

Nurit Martínez
El Universal
Martes 06 de octubre de 2009
nurit.martinez@eluniversal.com.mx

Los niños que acuden a las escuelas particulares en México lograron mejor aprendizaje en las materias de Español, Matemáticas y Formación Cívica y Ética que los que van a las públicas.

Los alumnos de los colegios privados obtuvieron 100 puntos más que los estudiantes inscritos en los planteles públicos, según datos de la Secretaría de Educación Pública (SEP).

Al difundir los resultados de la Evaluación Nacional de Logro Académico en Centros Escolares (ENLACE) se pudo conocer que en el caso de primaria las mejoras en el desempeño de los estudiantes de todo el país se advierten en mayor medida en el sistema particular, no así en los planteles de educación para indígenas o para quienes están ubicados en zonas de alta marginación, rezago y pobreza (dependientes del Consejo Nacional de Fomento Educativo, Conafe).

De acuerdo con los datos obtenidos en los cuadros estadísticos de la propia SEP, las escuelas privadas superan a las públicas en las materias de Español y Matemáticas hasta por 145 puntos.


En Matemáticas, los estudiantes de las primarias privadas obtienen puntajes de 607, mientras que en las públicas logran 462. El diferencial es similar en el caso de Español.

En el caso de los jóvenes que acuden a las secundarias, la diferencia en el desempeño fue de alrededor de 85 puntos en ambas materias, a favor de los estudiantes de colegios privados.

Al evaluarse por primera vez la materia de Formación Cívica y Ética, se encontró que los niños que van a escuelas privadas lograron mejor calificación, que en la prueba se traduce en 59 puntos de diferencia.

Detectan a “copiones”

Durante el proceso de calificación de los exámenes —aplicados a más de 15 millones de alumnos—, la SEP encontró a 626 mil 626 posibles “copiones” o “alumnos con resultados poco confiables”, por lo que en la clasificación se excluyó ese número de pruebas y las ubicó como “exámenes a verificar”.

A pesar de que se especifica que “de ningún modo se puede afirmar que los alumnos copiaron, dado que esta conducta no fue observada durante el examen”, los procesos de lectura automatizada que se usan para calificar la prueba marcaron con esa etiqueta los exámenes de 438 mil 187 alumnos de primaria y 188 mil 439 de secundaria.

Entre las escuelas eliminadas de la clasificación general por considerar los resultados de sus alumnos “poco confiables”, está la primaria privada Fray Matías de Córdova y Ordóñez , de San Juan Cancuc, Chiapas, por los resultados dudosos en más de 25 % de exámenes.

En el caso de las secundarias, fue la pública Tierras de Generales, de Huatabampo, Sonora, en la que 40% de sus alumnos tienen “exámenes a verificar”.

Decálogo para entender calificación

Para que los padres de familia, maestros y directivos pudieran acceder y comprender las diferentes clasificaciones u ordenamientos de las escuelas, la SEP dio a conocer un decálogo de “criterios”, que consideró “importantes” para descifrar las bases de datos por nivel de calificación (insuficiente, elemental, bueno y excelente), tipo de escuela y sistema.

Para la elaboración de un ranking, la dependencia vio necesario no considerar a las escuelas que el día de la prueba no lograron reunir arriba de 80% de sus alumnos, debido a que “podría darse el caso de que una escuela no haya aplicado el examen a los alumnos con bajo rendimiento y mejorar así sus resultados”. También sacó a escuelas donde “hay muy pocos alumnos, pues el resultado refleja una característica de los niños y no necesariamente de la escuela”.

Una vez aplicados esos criterios a la base de datos, se obtiene que la mejor escuela primaria de México es la privada Niños de México, ubicada en el DF, al lograr 775.9 puntos en promedio.

Entre las 10 mejores primarias se colocó sólo una pública. En secundarias, aunque la lista la encabeza una pública —la telesecundaria 941 20 de Noviembre, de Chiapas, que alcanzó 746.8 puntos—, las nueve restantes son de paga.


El viernes, el titular de la SEP, Alonso Lujambio, señaló que 90.6% de los alumnos de secundaria resultó con niveles de “insuficiente” y “elemental” en Matemáticas. En Español, dijo, en los últimos tres años 11.6% de los alumnos con “insuficiente” y “elemental” en Español alcanzó los niveles de “bueno” y “excelente”.

911 Para las escuelas 2009