Educación y Seguridad Pública.
Luis Alberto Ortiz Castañeda
(Escritores por la Educación, A. C.)
En los últimos años hemos sido testigos de cómo nuestra sociedad ha cambiado en la manera de concebir, conceptualizar y vivir los valores humanos, mismos que nos dan la pauta para una sociedad en armonía y con principios elementales para la sana convivencia. Que nos permitiera ser una sociedad tolerante, pacifista y respetuosa de las garantías individuales que nuestra constitución marca.
Pero esto desafortunadamente no es así, día a día somos testigos de cómo diferentes factores psicosociales modifican la conducta de la sociedad, factores como los medios masivos de comunicación, por poner solo un ejemplo, ellos presentan en sus programas conductas malas como si fueran buenas, antivalores que parecieran son virtudes o características plausibles en sus protagonistas.
Pero ojalá esto solo quedará dentro de las pantallas de televisión, sin embargo, tristemente no es así, en nuestros hogares y en nuestras escuelas vemos como las relaciones interpersonales se deterioran cada vez más, se ha perdido el respeto a los padres, a nuestros compañeros y por consecuencia se ha perdido el respeto a la figura del maestro, anteriormente venerado y reconocido por su labor encomiable de trasmitir conocimientos, desarrollar y transmitir valores y formar conciencias.
Las políticas públicas de los gobiernos, que en campaña anunciaban que iban a ser los gobiernos del empleo y la seguridad, pasaron una vez instalados en el poder, a ser los gobiernos del desempleo y la inseguridad, este también motiva un cambio de conducta en la sociedad misma que se siente agredida al encontrarse entre promesas incumplidas, despidos, carestía y salarios bajos.
El aumento del consumo de drogas entre los jóvenes y niños ha sido exponencial en los últimos años, incrementando con ellos los problemas de salud y el número de muertos en el transitar del consumo, la distribución y venta de las mismas
¿Cómo podemos revertir estas tendencias actudestructivas en las que hemos caído como sociedad?
Desde mi punto de vista la educación, debe ser la punta de lanza para el cambio en todos los aspectos, la educación bien organizada, debe lograr crear ciudadanos capaces de convivir en sociedad, fomentando valores y actitudes positivas que busquen el cambio en los niños y que ellos sean los gestores del cambio en sus hogares, es decir buscar que los niños lleven las bases para generar cambios positivos a su entorno y si no lo hacen en el presente inmediato lo harán a futuro cuando sean adultos.
La Secretaria de Educación Pública y las Secretarias de Educación en los estados, han hechos esfuerzos para intentar disminuir los índices de actos delictivos en torno a las escuelas, con programas como “Escuela segura y “Operación mochila” ahora también se ha implementado la materia de cultura de la legalidad para algunas escuelas secundarias del país. ¿Pero, será esto suficiente? Considero que si bien son esfuerzos importantes por tratar de brindar información y seguridad a las escuelas y a sus miembros debería de existir un trabajo mejor articulado entre las Secretarías de Educación, Seguridad Pública y Salud, en donde en un trabajo interdisciplinario se intercambiaran experiencias y conocimientos que sean útiles para la formación de niños y jóvenes, que se hagan, encuentros, foros y debates nacionales, en torno a la cultura de la prevención del delito, en torno a las repercusiones y las maneras de prevenir conductas adictivas, impulsar propuestas sobre la manera en que el trabajo pedagógico puede tener relevancia, cuando los aprendizajes son permanentes enfocados al desarrollo de competencias para convivir en sociedad en el marco de la legalidad. Que estos foros no sólo se hagan con “expertos” en el tema, sino también con la sociedad en general, las asociaciones civiles y las ONG, que les a tocado vivir en carne propia algún acto delictiva para que con su experiencias validen propuestas y que las mismas sean efectivas, sin que caigan en manos de intereses mezquinos normalmente ligados a la política, ya que de lo que se trata es dar soluciones efectivas para la sociedad.
Es decir, nos espera una labor titánica si realmente queremos revertir las conductas nocivas para nuestra sociedad, aunque considero que no imposible, hombro a hombro, autoridades, maestros, padres de familia y la sociedad en su conjunto podemos lograrlo, por el bien de nuestro país.
maestrosescritores@hotmail.com
Excelente, creo y pienso que si las diferentes instituciones gubernamentales trabajaran en conjunto, pero sobre todo le dieran continuidad a las metas ya establecidas en una mesa de trabajo se tendrían resultados desde ya, desafortunada mente no es así ya que mezclan la política con las necesidades básicas como lo es la educación..... triste realidad.
ResponderEliminar